...Porque siempre hay un "Plan B" para cada ocasión...para alegrarnos el día a bocados y pequeños tragos...

viernes, 27 de abril de 2012

Muffins de chorizo con un toque picante

Muffins de chorizo
¡No me digáis que no son originales! Seguro que, como yo, os habéis hecho esta pregunta: ¿muffins de chorizo? Y seguro que hasta habéis puesto cara rara...Pues que sepáis queestán buenísimas...vamos...de muerte...Y con ese pequeño toque de picante aún más. Ni qué decir tiene que son ideales para llevar al trabajo y acompañarlas de una buena ensalada, o para paras un día en el campo o en la playa. Cuando están recién salidas del horno el olor es tan tan rico que no puedes esperar a que se enfríen...te las comerás todas! No esperemos más; vamos allá con la receta:

Ingredientes:
  •  280gr de harina blanca
  • Una cucharada de levadura en polvo
  • 1/8 cucharadita de sal
  • Una cucharadita de pimentón y un poco más para aderezar (opcional)
  • 100gr de chorizo sin piel, bien picado (yo he usado chorizo gallego, para cocido; el mejor!)
  • 2 huevos medianos
  • 250ml de buttermilk (ya sabéis, si no lo encontráis: 250ml de leche con una cucharada de vinagre, esperamos 15 minutos y listo)
  • 6 cucharadas de aceite de girasol
  • Un diente de ajo machacado
  • 3 ó 4 pimentas de cayena picadas (si, como yo, queréis reducir el picante, desechad las semilla; si no queréis nada de picante, prescindid de la cayena)
Elaboración:

Precalentamos el horno a 195º y preparamos los moldes que queremos usar.
En un bol tamizamos la harina, la levadura, la sal y el pimentón. Después incorporamos el chorizo y la cayena.
En otro bol echamos los huevos ligeramente batidos, la buttermilk, el aceite y el ajo. Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos y vertemos los líquidosbatidos. Mezclamos un poco para que queden ligados, pero sin trabjar demasiado la masa.
Repartimos la mezcla en los moldes y horneamos las magdalenas durante 20 minutos aproximadamente. 
Las dejamos reposar en el molde unos 5 minutos, las espolvoreamos con un poco de pimentón y les servimos caliente. 

miércoles, 25 de abril de 2012

Tarta Sacher

Sachertorte

Whole Kitchen, en us Propuesta Dulce para el mes de abril, nos invita a preparar una tarta clásica austríaca: la Tarta Sacher.
La Sacher es una tarta de chocolate típica de Austria; originariamente consiste en dos planchas de bizcocho de chocolate unidas con una capa de mermelada de albaricoque y recubiertas con un glaseado de chocolate. Esta tarta fue inventadas en 1832 por Franz Sacher, que por aquel entonces comenzaba en este mundo de la repostería. El motivo de crear algo especial era deleitar a un grupo de invitados distinguidos. Fue más adelante cuando Eduard, hijo de Franz Sacher, se formó como aprendiz de repostero en la confitería vienesa Demel y empezó a confeccionar la tarta de su padre en la forma que hoy se conoce. En 1976 fundó el Hotel Sacher, hoy todavía existente, donde se comenzó a vender Sachertorte y que hoy elabora más de 360.000 unidades al año. Esto llevó a que a mediados del s. XX hubiera una disputa entre los herederos de Sacher y la confitería Demel, en la que finalmente se dictaminó que Demel debía vender esta tarta como la Eduard Sachertorte y el Hotel Sachel como la Original Sachertorte.
Pues bien ,después de esta pequeña introducción histórica, pasaré a comentaros los pasos que seguí para elaborar la auténtica Sachertorte, tal y como aparece en la Enciclopedia del Chocolate; tan sólo sustituí el puré de albaricoque por la mermelada de albaricoque, dado que en ese momento no disponía de orejones de albaricoque en casa.

Ingredientes.
 Para el glaseado brillante:
  • 12g de gelatina en hojas
  • 100g de agua
  • 170g de azúcar blanquilla
  • 75g de cacao amargo en polvo
  • 90g de crema de leche espesa o nata
Para el bizcocho Sacher:
  • 200g de pasta de almendras
  • 135g (70+65) de azúcar blanquilla
  • 5 yemas de huevo
  • 1 huevo grande entero
  • 2 yemas de huevo grande
  • 50g chocolate negro al 70%
  • 50g de mantequilla
  • 50g de harina
  • 25g de cacao en polvo
Para la ganache de chocolate negro:
  • 150g de chocolate negro al 70%
  • 235g de crema de leche espesa
  • 25g de miel
  • 50g de mantequilla

*Consejo: preparar el glaseado el día anterior.
Elaboración del glaseado: Poner en remojo la gelatina en un recipiente con agua fría. Mezclar en una cacerola el agua, el azúcar, el cacao y la crema de leche. Hervir 1 minuto, añadir la gelatina y reservar en la nevera toda la noche.
Para elaborar el bizcocho:
Dejar que se ablande la pasta de almendras en el microondas y mezclar con 70g de azúcar; incorporar luego las yemas de huevo y el huevo entero, uno a uno. Montar las claras añadiendo poco a poco los 65g de azúcar restantes. Picar el chocolate y dejar que se derrita suavemente al Baño María. Luego añadir una pequeña parte de las claras a la mezcla de chocolate y la mantequilla derretida; después agregar la preparación de pasta de almendra, los huevos enteros y las otras 2 yemas. Incorporar delicadamente la harina y el cacao tamizaods y finalmente agregamos el resto de las claras montadas. Verter en una placa o un molde redondo y hornear durante 10 minutos a 180º.
Para la ganache de chocolate:
Derretir el chocolate al Baño María. Llevar a ebullición la nata con la miel y verter lentamente un tercio de la preparación sobre el chocolate. Mezclar enérgicamente e ir añadiendo el resto poco a poco. Añadir la mantequilla en pequeños trocitos cuando la mezcla haya alcanzado los 35-40º .
Para el montaje de la Sacher:
Cortamos el bizcocho en 2 ó 3 partes en horizontal y tapizamos la superficie con una buena capa de mermelada de albaricoque (si estuviera muy densa, la calentamos un poquito). Extendemos después una capa generosa de ganache de chocolate y colcamos encima la otra capa de bizcocho. Si la hemos dividido en 3 partes, procederemos con la otra parte del mismo modo. En mi caso, sólo la dividí en dos. Alisar la ganache restante con la espátula, para obtener una superficie muy plana. Reservar en el congelador o en la nevera durante 12 horas.

El mismo día de servicio:
Recalentar el glaseado a 37º, colocar la Sacher desmoldada y fría sobre una fuente bastante grande para recuperar el excesode glaseado. Verter el glaseado y alisar de nuevo con la espátula. Opcionalmente podemos decorar la superficie escribiendo "Tarta Sacher" o "Sachertorte" o "Sacher" con el mismo glaseado. Reservar en la nevera otras 6 horas. En mi caso, la dejé a temperatura ambiente dadas las bajas temperaturas que se resisten a abandonarnos ultimamente. Estaba estupenda igualmente: el resultado es una tarta visualmente atrayente con un glaseado superbrillante y de sabor realmente exquisito. 

lunes, 23 de abril de 2012

Vinos ConSentidos


El martes 17 tuve la suerte de participar en otra de las catas que tienen lugar en La Viña de Xabi (Fernando III el Santo, Santiago de Compostela) con frecuencia y a las que asistimos un grupo ya bastante nutrido desde hace algún tiempo. En esta ocasión se trataba de una cata organizada por Casa Alongos, una empresa que cuenta con una gran cantidad de productos ecológicos y con denominación de origen. Está situada a escasos kilómetros de Santiago (Melide) y celebra este tipo de catas en varios lugares de los alrededores y también en Melide. Y como ya sabéis que somos lo que comemos (y bebemos), el motivo por el que nos reunimos, no fue otro que escuchar, ver, oler, sentir y degustar 3 fantásticos vinos gallegos, deleitarnos los oídos con el acompañamiento del grupo musical de jazz Chansóns de la Vie y alegrarnos el paladar con un surtido de buenas tapas para acabar la noche.

Conchi, de Casa Alongos, comenzó la cita hablando de lo que íbamos a poder catar a continuación y le cedió el protagonismo a Javier Monsalve, de Bodegas Eloi Lorenzo. Situada en el valle de San Vicente en Arnoia (Ourense), nace en el 2007 esta bodega que elabora un vino blanco de Ribeiro excepcional. El viticultor es  fiel a la filosofía de la intervención mínima, pero no por ello descuida la atención al viñedo. Sus uvas se cultivan  evitando el uso de herbicidas y pesticidas.

Las variedades que se cultivan para elaborar Eloi Lorenzo son treixadura, Lado, Loureiro y Torrontés. Cada variedad es vinificada por separado,con fermentación espontánea y crianza sobre lías durante 3 meses. Como reultado se nos presenta un vino con aromas muy frutales (melocotón, mango...)  con un fondo de frutos secos. En boca es muy armonioso y llama la atención por su delicada acidez, que permanece, algo bastante inusual en otros blancos de ribeiro.


Javier dejó paso a Roberto Regal, de Toalde, D.O. Ribeira Sacra, variedad 100% Mencía y  proveniente de la hectárea de viñedo propio que dispone la bodega en Mourelos, en el Ayuntamiento de O Saviñao (Lugo) donde, en la subzona de "Riberas do Miño" de la Ribeira Sacra, con un desnivel de hasta casi el 70% y suelos pizarrosos y graníticos, nacen las castigadas cepas que dan origen a estos preciados caldos. Las cepas "se someten a stress" al "no ser abonadas prácticamente", tal y como explica Roberto, partidario de realizar una agricultura ecológica y tradicional, "minimalista, con criterios de preservación del terreno,". Toalde se nos presenta como un vino muy vivo, con aromas primarios muy presentes, afrutado, muy mineral, con mucho carácter y rusticidad. En boca tiene frescura y gran persistencia y posgusto balsámico. Los aromas terciarios nos aportan ya más descanso, menos mineralidad...un vino para beber con calma, para poder apreciar todos sus matices. Me quedo con el discurso apasionado y sentido de Roberto, es un privilegio poder escuchar a viticultores que trabajan con tanta pasión y llevan la viña en sus venas...Su vino lleva su carácter, sin dudarlo.
Para terminar, pudimos escuchar a Joaquín Sánchez de la bodega Alán de Val, que nos traía esta pequeña joya: A Costiña; otra demostración más del buen hacer de los viticultores gallego y su empeño por conservar las castes autóctonas. Ya me había sorprendido su Escada, elaborado con Garnacha 100% de cepas centenarias que es realmente fantástico, pero aún no había tenido la ocasión de degustar A Costiña y por fin pude hacerlo. Este vino está elaborado con uva Brancelleao 100% (D.O. Valdeorras), variedad exclusiva de Galicia y el único que existe ahora mismo en el mecado, cultivado en terrenos con una pendiente del 30%. El Brancellao es una uva escasa, de bajo rendimiento y que la filoxera casi extingue hace ya más de siglo y medio. El que catamos esa noche había pasado 12 meses por barricas de roble francés y su producción, dada la exclusividad de la uva es, como se puede deducir es muy escasa. Se me acaban los calificativos para describir este vino de gran cuerpo,  color rojo intenso. De aromas dulces, a mermelada de frutos rojos, con recuerdos florales de violeta y almendra. En boca es un vino amplio, de correcta acidez,  madera bien integrada, redondo, permanece y te hace disfrutarlo; simplemente genial. A Costiña, es un vino con personalidad, sin duda de guarda, ya que evolucionará bien en los próximos años.
 Al finalizar la exposición, pudimos dar buena cuenta de las tapas que nos tenían preparadas y de la música del grupo Chansóns de la Vie, que fue amenizando la cata y el "afterdinner", al tiempo que charlábamos con Conchi, Xabi y los viticultores, para así afirmar, una vez más, que en los vinos se emplean los cinco sentidos, para elaborarlos y también para degustarlos y poder apreciarlos.

jueves, 19 de abril de 2012

Arancini rellenos de jamón, mozzarella y queso azul

Arancini de jamón, mozzarella y queso azul
Whole Kitchen, en su propuesta salada del mes de abril nos invita a preparar un plato clásico de la cocina siciliana: Arancini.
Los arancini son unas croquetas redondas hechas de pasta de arroz muy típicas de la cocina siciliana. Su nombre significa "naranja pequeña", debido a que se parecen a naranjas pequeñas por su tamaño y color.
¿Y por qué el color? Pues porque en su masa se usa el azafrán, que le aporta el color anaranjado a la presentación y que, como veís le da nombre a este fantástico plato.
Podemos encontrarlos rellenos de muchas cosas diferentes: carne, guisantes, mozzarella, pistachos champiñones, berenjenas...
En esta ocasión, dado el escaso tiempo del que dispongo ultimamente, he decidido hacer la receta básica del arroz y luego improvisar un relleno distinto uniendo jamón serrano, con queso mozzarella y azul francés. Vamos con la receta:

Ingredientes:
  • 350gr de arroz para risotto
  • 1,2 litros de caldo (pollo, verduras...)
  • sal
  • 2 huevos
  • azafrán en hebra
  • 2 cucharadas de queso rallado
  • 50gr de jamón serrano en lonchas picadas finas
  • 100gr de mozzarella
  • 25gr de queso azul d'Auvergne 
  • aceite de oliva para freír
  • harina
  • pan rallado
  • 6 huevos batidos
Elaboración:
Cocinar el arroz en una base de aceite con una ajo sin pelar; añadir el caldo y preparar como si fuera un risotto. Añadimos el azafrán diluido previamente en un poco de agua tibia. Debe quedar más bien seco. Añadimos 2 huevos batidos y 2 cucharadas de queso rallado. Dejar enfriar completamente sobre una bandeja grande y aceitada.

Preparar el relleno, mezclando el jamón serrano picado, la mozzarella y el queso azul también picados. Formar pelotitas del tamaño de una naranja pequeña, ahuecarlas e introducir una cucharada de relleno. Cerrar con un poco más de arroz. Pasar por harina, huevo batido y pan rallado (yo usé pan rallado integral que le da un color distinto y queda muy crujiente). 

Freir en abundante aceite caliente y dejar escurrir encima de papel de cocina. Pueden comerse frías o calientes: En frío quedarán estupendas con una simple ensalada de tomate o de lechugas variadas, aunque yo he decidido ponerlas en caliente acompañadas de una salsa pesto a la que le he añadido el sobrante del relleno triturado con el resto de ingredientes.
¡Buen provecho!

martes, 17 de abril de 2012

Generosidad se escribe con A




Más concretamente con la A de Alfredo Maestro y sus vinos, que tuvimos el placer de catar el pasado sábado 14 de este mes unas 60 personas pertenecientes al mundo del vino: bloggers, restauradores, distribuidores, vinotecas, viniviticultores, representantes como Toneleria Duero, el director de El Aula del Vino, y también aficionados y amigos de Alfredo.
La presentación tuvo lugar en la nueva bodega de Alfredo ubicada en una finca de campo cerca de Navalcarnero y que pertenece a un amigo y colaborador suyo que la ha construido fiel a las directrices y necesidades de Alfredo. Además de una sala de catas bastante amplia y que tiene un laboratorio de análisis anexo, cuenta con otra sala de depósitos que conduce a la bodega subterránea donde guarda sus vinos embotellados.


Podría extenderme eternamente en las descripiciones tanto de la bodega y las viñas como de sus vinos, pero eso es algo que prefiero dejarle a las personas realmente entendidas...Yo soy una mera aficionada, que cada vez aprende un poquito más, amante del vino, que lleva muy poco en esto, pero que desde su escasa pisada en el mundo vitivinícola puede afirmar, sin temor a equivocarse, que sabe distinguir cuándo está delante de un gran vino o no. Sobre decir qué opino de los vinos de Alfredo. Mis palabras no pueden ser más que de admiración a su trabajo y buen hacer; llevado a cabo durante estos años en sus fincas, repartidas por distintas zonas de los alrededores de Peñafiel (Valladolid) o Madrid. En el cuidado de sus viñas se practica la viticultua natural y lógica, sin productos químicos,  y por lo tanto sus vinos evolucionan de forma natural y armoniosa, con total respeto a su entorno y expresando las peculiaridades del terreno y la añada. Sí, generosidad se escribe con A, y también con A se escribe Pasión, Entrega y Dedicación.
Es por eso por lo que todavía hoy no deja de sorprenderme el hecho de encontrarme con casi 20 vinos distintos elaborados por una misma bodega, por las mismas manos...y sin embargo, cada uno de ellos nos ofrece algo totalmente diferente...esa generosidad de la tierra y de la viña se transmite a la botella y se refleja en la copa y en el paladar gracias a Alfredo; a su pasión y entrega y a sus grandes dosis de trabajo y esfuerzo para cultivar y cuidar de sus viñas. Toda esa generosidad aporta carácter a sus vinos y eso quedó demostrado en la cata vertical de este sábado 14. 
En ella pudimos catar cada una de sus marcas, algunas de las cuales yo ya había tenido la suerte de probar en el Viñerón 2.0 del que ya hablé anteriormente.

Destaco el 46 cepas dentro de los vinos sin crianza, vino que ya me había encantado en el Viñerón. Elaborado con uva Merlot 100%, sin crianza pero con 14º bien integrados, cultivado en una parcela a orillas del río Duero. Particularmente me encanta la merlot, así que este vino es fantástico...es una debilidad...
 
De sus otras marcas que ya conocía también catamos Viña Almate 2009 (con 11 meses de crianza en barricas de roble francés) y sus hermanos Viña Almate 2010 (9 meses de crianza) y 2011 (4 meses de crianza). Todos ellos de variedad 100% Tempranillo, aunque diferentes parcelas, a diferentes altitudes que una vez más aportan matices diferentes a sus vinos. 

Lo mismo sucede con sus otras dos marcas ya conocidas para mí, La Guindalera 2009 y 2010 y La Olmera 2009 y 2010. Ambas marcas están elaboradas con la variedad Tinto Fino 100% en Bocos de Duero (Valladolid), ambos pasan 12 meses de crianza en baricas de roble francés...y sin embargo...cuán distintos matices y sensaciones. Son completamente diferentes...Me quedo con La Olmera 2009, simplemente fantástico, y también La Guindalera del mismo año. 


Otra maravilla que me encontré fue Castrillo de Duero 2009 y 2010, también variedad Tempranillo 100%, cultivado en Valtiendas (Segovia) a casi 1000m de altura.  Destaco sin dudarlo el 2009, que ha pasado 16 meses en barrica de roble francés, a diferencia de su hermano pequeño, con 12 meses, al que sin embargo se le notaba más la madera que al primero, mucho más redondo. Está claaro, que a estos vinos le sientan bien los años! quién pudiera decir lo mismo...

De las novedades para mi, también catamos  La Viñuela 2009 y 2010. Elaborado con  50% Tinto Fino y 50% Garnacha  en Titulcia-Chinchón (Madrid) con cepas de más de 70 años. Ambos han pasado también 12 meses en barrica de roble francés y son buenos vinos de guarda, como los anteriores, ya que evolucionan perfectamente 2-5 años.

Otro vino que me sorprendió gratamente fue Viña Almate Garnacha, elaborada con 100% uva Garnacha en Peñafiel (Valladolid). También lleva crianza de 12 meses en barrica de roble francés. Sorprendentemente me llamó mucho más la atención el 2011 (4 meses en barrica) que el 2010; mucho más jugoso en boca. Buen vino de guarda sin duda.

Y para finalizar, Alfredo nos sorprendió con su apuesta por otras variedades y que encantaron a los allí presentes:

Lovamor: elaborado con uva albillo 100%, que para mí resultó sorprendente por lo distinto...ya que por mis latitudes nos es una uva completamente ajena y distinta a las blancas típicas de Galicia. Elaborado con variedades centenarias, de varias parcelas, destaca por sus matices y por la cantidad de maridajes distintos que se me ocurren. magnífico juego de palabras Loveamor...y magnífica ilustración.
Amanda: Rosado de Lágrima elaborado con Garnacha Tintorera 100%, sin crianza, y sobre el que mis compañeros de mesa apuntaron que le vendría genial un poco de burbuja (Alfredo, ya sabes). También fantástico y con aromas lácteos, a yogur de fresa, cítricos de pomelo...

Para finalizar pudimos catar un nuevo "proyecto" para mi también sorprentedente y elaborado con uva garnacha sobremadurada y que se llamará La Cosa (bonito nombre) y que a mi me recordaba a algo intermedio entre un moscatel y un porto, pero que me encantó...Sus matices fnales me recordaban a una salsa de chocolate con Brandy...

¿Y por qué me he extendido tanto en las propuestas dulces? Pues porque la que aquí os escribe tuve la grandísma suerte de ser invitada a este evento y encargarse del "maridaje" dulce  aportando alguna de sus elaboraciones, que podeis ver más abajo.

Y ahora sí que va a ser cierto, que me salto las normas de ortografía y reafirmo que generosidad se escribe con A de Alfredo...Muchas gracias de corazón!






















domingo, 15 de abril de 2012

Spring's blooming butterflies!


Hay momentos en la vida en que las cosas no suceden por casualidad y en los que una agradece haber conocido a una pandilla de frikies tan locas como yo y tan apasionadas de la repostería en todas sus versiones como yo. Este fue uno de esos días geniales. Hace ya un tiempo en el que María, de los Antojos de Miss Mary, Antía, de Cupcake Obsesión, Gaby, de Bikísimas, Alicia, de Alicia en el País de las Cocinitas y Moskis, de Laurel y Canela, decidimos compartir nuestros conocimientos y pasar ratos agradables aprendiendo unas de otras, amén de asistir a cursos de formación y talleres siempre que podemos. 
En este caso el objetivo era que cada una de nosotras aprendiera los pasos básicos para decorar una tarta fondant, siguiendo los consejos de María, Antía y Alicia que ya saben algo de estas artes. Para ello, necesitábamos llevar ya preparado un bizcocho de nuestras casa, un relleno y una decoración pensada para luego poner en práctica. En mi caso elaboré un MSC (madeira sponge cake), que es el más empleado para decoración con fondant dada su resistencia y versatilidad. 
Para hacer un Madeira Sponge Cake básico (18cm de diámetro):

  • 4 huevos (pesarlos sin la cáscara)
  • El peso de los huevos en azúcar
  • El peso de los huevos en mantequilla a temperatura ambiente
  • El peso de los huevos en harina de todo uso
  • 1/2 sobre de levadura
  • una pizca de sal
  • 1/2 cucharadita de esencia de vainilla, o ralladura de naranja, o de limón, u otra cosa, dependiendo del sabor que le queráis aportar. En este caso yo emplée unas gotas de esencia de fresa, para que combinara el sabor con el relleno.
Precalentar el horno a 180º. Batir primero la mantequilla con el azúcar, hasta que aumente de volumen. Añadir los huevos uno a uno sin dejar de batir, para finalmente incorporar la harina tamizada con la levadura y la sal. Añadir la esencia deseada. Batir de nuevo y verter en el molde. Cocinar durante 1 1/4h, o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga seco. Dejar enfriar 30 minutos en el molde y luego pasar a una rejilla para que se enfríe completamente. Envolverlo en papel film y conservarlo en un lugar fresco para usarlo al día siguiente.

Para el swiss meringue buttercream de chocolate blanco y fresas:
  • 5 claras de huevo (yo usé las claras pasteurizadas de Mercadona)
    265 gr de azúcar
    250gr de mantequilla a temperatura ambiente, cortada en cubos
    1 ½ cucharita (1 ½ teaspoons) extracto de vainilla transparente
    200gr de chocolate blanco con trocitos liofilizados de fresa (El del Lidl está de muerte)
    Una pizca de sal.


Mezclar las claras, el azúcar y la sal en un cazo resistente al fuego, y colocar este cazo sobre otro que contenga agua casi hirviendo. El fondo del cazo que contiene la mezcla no debe tocar el agua y el agua no debe llegar a hervir. Mantener al fuego removiendo la mezcla de forma constante, hasta que se caliente y el azúcar se disuelva por completo. Derretir el chocolate blanco con cuidado. Dejar entibiar.
Pasar la mezcla al bol de la batidora, y batir con las varillas, empezando con velocidad lenta e incrementándola poco. La mezcla irá blanqueando, aumentando de volumen e irá haciendo cada vez picos más marcados. Hay que seguir batiendo durante unos 10 minutos, hasta que la mezcla esté fría (tocar la base del bol) y se vea esponjosa.
Con la batidora a velocidad media, empezar a añadir la mantequilla, dos o tres cubos cada vez y batiendo bien antes de añadir más, hasta completar toda la mantequilla. En este punto vais a pensar que esto es un desastre porque la mezcla empieza a ponerse grumosa y parece que no tiene arreglo. Hay que seguir batiendo. En 2 o 3 minutos la mezcla empieza a ligar otra vez y se convierte en una crema sedosa, que hace picos marcados. Añadir el chocolate blanco ya tibio o frío. En este punto hay que cambiar las varillas por la pala o una espátula, añadimos el extracto de vainilla y batimos otros 2 minutos más, para eliminar todas las burbujas de aire. El buttercream está listo.


 Una vez todas juntas en casa de María cada una de nosotras aportó a la comuna su material y nos pusimos manos a la obra.

Una vez que tenemos nuestro sponge cake listo, lo partimos en dos mitades horizontalmente y lo empapamos con un poco de almíbar, que también podemos perfumar con algún licor o fruta. En este caso usé un almíbar de naranja que tenía Antía y que tenía un aroma delicioso. Rellenamos la tarta con la crema que hayamos escogido; en mi caso el swiss meringue de chocolate blanco y fresas y luego recomponemos el bizcocho. Lo untamos en la parte superior y en los laterales con algún ganache resitente sobre el que "pegaremos" el fondant. Este ganache sirve de pegamento, a la ves que aporta esponjosidad y sabor al bizcocho, para que no sólo sea la parte de azúcar decorada y nada más. El mío lo unté de ganache de chocolate blanco que le "robé" a Antía de nuevo (gracias Antía). Después pasamos a trabajar el fondant  que utilizaremos para cubrir el bizcocho. El más utilizado es el fondant blanco, que queda muy bonito y le aporta sencillez cromática para luego jugar con las formas y los colores en porciones más pequeñas. Y gracias Alicia por prestarme tanto fondant blanco! si no fuera por ti, no hubiese hecho nada! Lo amasamos bien primero con las manos para darle un poco de calor y que se pueda manejar mejor. Luego lo estiramos con ayuda de un rodillo hasta que creemos un círculo del diámetro suficiente para cubrir todo el bizcocho. Lo trasladamos con la ayuda del rodillo y lo colocamos encima de la tarta. Lo pegamos bien y lo alisamos con ayuda del alisador de fondant, recortando los sobrantes en los laterales del bizcocho. Una vez hecho esto, ya estamos listos para dejar volar nuestra imaginación. Aproveché un fondant teñido de rosa para colocar una cenefa en la base de mi tarta y darle forma con un accesorio especial. Luego, utilicé otros colores, como el morado, el violeta y otros tonos de rosa más oscuros para decorar el resto de la tarta. Con ayuda de cortadores con expulsor de mariposa y cortadores en forma de flor de mis compañeras María y Alicia (estas chicas tienen de todo, son un partidazo!jeje) creé un montón de figuras para pegar en mi tarta. Con las estecas les damos forma y relieve. Para finalizar, con ayuda de rotuladores comestibles, dibujé algunas formas florales para acompañar a las flores y mariposas primaverales. Mis otras compañeras también hicieron cosas preciosas, como Alicia que convirtió su tarta en una lluvia de flores anaranjadas realmente impactante, o Moskis que hixo una tarta Monster High para su hija francamente buena. 


Lo cierto es que fue una tarde estupenda en la que aprendí un montón de mis compañeras, disfruté de una compañía inmejorable y me quedé muy contenta con el resultado. Para ser la primera no está mal, no?

jueves, 12 de abril de 2012

Marble Muffins

Marble Muffins

De nuevo otra propuesta del grupo de Facebook "La Magdalena de la Semana" me brinda la tan agradable fortuna de hornear muffins, que me apasiona!! Una vez más extraídas del libro de Susanna Tee (1 masa 100 muffins), en esta ocasión se trata de unas muffins veteadas de cacao y vainilla a las que yo les he añadido un poco de chocolate negro derretido para acentuar más el sabor. Vayamos allá con la receta:

Ingredientes:
  • 280gr de harina blanca
  • Una cucharada de levadura en polvo
  • 1/8 cucharadia de sal
  • 140grs de azúcar
  • 2 huevos medianos
  • 250ml de leche
  • 6 cucharadas de girasol u 85gr de mantequilla
  • 2 cucharadas de cacao en polvo
  • 50gr de chocolate negro (mínimo 70% cacao)
  • 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
  Elaboración:

Derretir el chocolate lentamente en el microondas y dejar entibiar. Precalentar el horno a 195º.
Tamizar en un bol la harina, la levadura y la sal. Agregar a continuación el azúcar.
En otro bol, batimos ligeramente los huevo, añadimos la leche y la vainilla y el aceite. Mezclamos bien y hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos y vertemos los líquidos batidos. Mezclaremos poco, lo suficiente para que se queden ligados.
Dividimos la mezcla en dos cuencos. En uno tamizamos el cacao y vertemos el chocolate. Removemos.
Rellenamos los moldes con las dos masas, que verteremos alternativamente con dos cucharillas. 
Hornear durante 20 minutos aproximadamente, hasta que la masa esté firme y dorada.

martes, 3 de abril de 2012

Magdalenas de moras y manzanas

Magdalenas de moras y manzanas
 
Ni qué decir tiene que es más que evidente que me encanta hacer magdalenas y muffins...Sé que no es la época de hacer estas magdalenas, puesto que el resultado será muchísimo mejor si las hacemos en septiembre, con moras recolectadas y no con moras congeladas, cuyo sabor es mucho más ácido. Aún así, debido a que esta receta esra una de las propuestas en el reto semanal del Grupo de Facebook "La Magdalena de la Semana", me di una vueltecita por la sección de congelado, me compré las moras y me puse a hacer la receta:

Ingredientes:
  • 280gr de harina blanca
  • Una cucharada de levadura en polvo
  • Una pizca de sal
  • 140gr de azúcar moreno
  • 250gr de manzanas
  • 2 huevos
  • 150gr de moras congeladas
  • 250gr de buttermilk (para hacerla: Ponemos en un bol la misma cantidad de leche con 2 cucharadas de vinagre; esperamos 10 minutos y voilá!)
  • Una cucharadita de extracto de vainilla
  • 6 cucharadas de aceite de girasol
Elaboración:
  Precalentamos el horno a 195º. Tamizamos la harina, la levadura en polvo y la sal. Incorporamos el azúcar moreno.
Pelamos y descorazonamos las manzanas y las picamos en daditos pequeños. Las añadimos al bol de harina y mezclamos.
En otro bol, batimos ligeramente los huevos, le incorporamos la buttermilk, el aceite y la esencia de vainilla.
Hacemos un hueco en los ingredientes secos y vertemos los líquidos. Mezclamos lo justo para ligar la masa y añadimos las moras. Repartimos la mezcla en los moldes y si queremos espolvoreamos la superficie con un poco de azúcar. Hornear durante 20 minutos aproximadamente (yo les di 25 min, porque volví a usar estos envoltorios rústicos con los que me salen unas 8-10 magdalenas más grandes y que, por lo tanto, precisan de más tiempo en el horno). 
Dejar enfriar en el molde 5 minutos y luego pasar a una rejilla para que se enfríen por completo.